Te siento...

Labios acolchonados con bordes tan delicados
que solamente me hacen querer abrigarme entre ellos
para disfrutar un poco de tu ternura... de tu encanto.
La verdad me encantaría que los kilómetros que hay de distancia
se acortarán para decirte cara a cara a esos ojos cristalinos
que eres la razón de mi inspiración.
¡Si, la inspiración de mis entrañas!
Mis palabras palpitan por decirte lo bello que está tu rosal
y cómo espero ser tu primavera para contemplarte al menos una temporada
sin importar el tiempo que ha de durar. Eres tan pequeña como el capullo,
pero tan mágica que me atrapas en los hechizos de tu amor,
de tu seducción, y tanto deseo verte y hablarte
que solo espero que una suave brisa me traiga una partícula de tu esencia
para guardarte en un frasco de cristal
para contemplarte porque sé bien
que no todo el tiempo permanecerás libre y salvaje.
¡Algún día ha de llegar ese buen mozo que te ha de robar
junto a las raíces de tu mocedad!
Mientras tanto solo quiero atrapar al menos una sonrisa,
y si pudiera un ósculo de tu tierna sonrisa.

Alejandro Ayalá