Abriste la puerta,
te asomaste como viento suave y agradable,
tomaste asiento, y me perdí intensamente en tu
naturaleza;
Fue algo tan exquisito verte:
Cabello caoba, piel
caucásica
y un temple penetrante.
Tu dicción era como narcótico para mi alma
aunque parecías modorra por las mañanas,
tu circunspecto siempre estaba a la altura para
tu hermosura;
me imagino que tu contrayente está siempre loco
por ti.
Para mí conocerte fue como paladear mi mirada;
mis neuronas no sabían cómo reaccionar
al ver tu coeficiente derramado sobre tu
primor.
Todo está perfectamente entrelazado:
tu sonrisa con tu matemática para hablar,
tu mirada con la naturaleza de tu ser,
tu guedeja con el viento que como esporas
esparce el dulce olor a ti;
eres una erudita con sabor a sublimidad beldad
que traspasas la esfera de mi intelecto,
pero
más de mi corazón.
Fuente: Kartas a Karen, un amor platónico
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Kartas a Karen
Introducción
¿Quién jamás se ha caído en los brazos de un amor extranjero? Sí, todos
en más de alguna ocasión hemos tenido ese amor platónico del cual nadie
más lo sabe y simplemente ese sentimiento lo gritamos en el silencio
donde únicamente nuestra voz, Dios y nuestros pensamientos saben. Pero
en esta ocasión, no se trata de guardarlos, sino de plasmar ese amor
prohibido bajo la tinta y muchas hojas de papel, y de tal manera
desahogar lo que muchos intentan siempre callar.
Con dos libros publicados, acá les dejo el primer libro en linea.
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