¿Por qué los culpas?
Simplemente las acciones de tu pasado fueron las que hablaron
y las que te llevaron a tu situación actual.
Y con cada decisión
siempre llega una ventisca de un hermoso otoño
o ese huracán que arranca hasta las raíces de todos los sueños.
A veces aceptar que la locura es mas cuerda
que la resolución se vuelve tan difícil
como intentar esconder algo detrás del aire.
¡Cómo duele aceptar la realidad!
Al final para bien o para mal,
los frutos vendrán como el río,
arrastrando los bloques de nuestras sonrisas
o
pesares
o
alegrías
o
cualquier cosa por venir...
¡Qué cosa más voraz!
cuando el puente se ha caído
y no hay marcha atrás
porque disparamos tantas palabras llenas de deyección.
Alejandro Ayalá
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