Trópico de tus caderas virginales,
ojalá fuese la lluvia para acariciar tus caminos
y pasearme por los bosques místicos de tu piel perfectamente torneada.
¡Ay!
Si tan solo fuese al menos el rocío de tus madrugadas,
te besaría tanto con las caricias de mis manos
y sucumbiría ante el manjar de tus labios
y como eres tan parecida al bosque,
buscaría la fruta mas exquisita de entre todas tus montañas,
y me deleitaría como no tienes idea,
y al haber saciado mi sed de ti,
caminaría cuesta abajo para buscar ese jardín de tulipanes
y cortar una de tus flores para el recuerdo,
y de tal manera decorar mi mente y todos mis sentimientos
con ese olor a tu presencia bellamente extravagante.
¡Ay de mi!
Después lentamente galoparía con mis labios toda tu piel
hasta que tu corpórea hermosura se llenara de éxtasis
mientras el sol y la luna se mueren de envidia
por bajar del cielo...
y probar la naturaleza de todos tus caminos.
Alejandro Ayalá
Los he leído todos y son fabulosos, felicidades amigo. Sigue adelante! Bendiciones extremas!
ResponderEliminarMuchas gracias Mey aprecio mucho tus palabras para seguir escribiendo.
EliminarLos he leído todos y son fabulosos, felicidades amigo. Sigue adelante! Bendiciones extremas!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Mey Santamaría.
EliminarMe gusta, bastante seductor y muy bonito.
ResponderEliminarMe gusta, bastante seductor y muy bonito.
ResponderEliminarMuchas gracias Alba por su comentario. :)
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ResponderEliminarGracias por su comentario.
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