Si la hipocresía tuviese nombre, sería el nombre de la hermosura
que cae como una gota del dosificador de tu dulce boca
y por eso caigo de golpe ante cualquier palabra que salga
como la mariposa nocturna a la luz...
Y tantos estamos acostumbrados a escuchar las patrañas embusteras
que sino nos dicen lo que queremos atender,
encolerizamos todo el cuerpo,
pero como la falacia ya hace años que le disparó a la verdad,
ahora no sabemos distinguir la cruda realidad,
esa que habré los ojos a luchar y trabajar,
y dónde los rodeos no existen.
¡Ay! Si digo la veracidad,
se ha vuelto un pecado mortal...
pero si canto la falsedad en los rostros,
parecen radiantes caras aceptando el surrealismo sin bacilar.
como la mariposa nocturna a la luz...
Y tantos estamos acostumbrados a escuchar las patrañas embusteras
que sino nos dicen lo que queremos atender,
encolerizamos todo el cuerpo,
pero como la falacia ya hace años que le disparó a la verdad,
ahora no sabemos distinguir la cruda realidad,
esa que habré los ojos a luchar y trabajar,
y dónde los rodeos no existen.
¡Ay! Si digo la veracidad,
se ha vuelto un pecado mortal...
pero si canto la falsedad en los rostros,
parecen radiantes caras aceptando el surrealismo sin bacilar.
Alejandro Ayalá
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