viernes, 3 de junio de 2016

¡Gol papá!

Papá, ya estoy grande y ahora tomo las decisiones de mi vida,
y no te niego que fuiste una gran influencia desde que era muy pequeño. 
Recuerdo esos días cuando te veía reír con tanta energía y pasión. 
¡Cómo me quedaba perdido al verte frente a esa televisión!
Por eso, hoy te quiero contar aquello 
que de pequeño no te pude expresar:
Recuerdas cuando mirabas esos partidos
y con tanta euforia te desvelabas hasta en los mundiales.
Papá, recuerdas como me hablabas de tu equipo favorito
y hasta lloraste cuando no llegó ni a los cuartos de final.
¿Que por qué lloro, papá?
No te preocupes solo déjame terminar 
y dame unos cinco minutos antes que el partido comience.
¿Que por qué te digo esto?
Sabes siempre te emocionabas tanto en cada partido,
y hasta saltabas con cada gol.
Me recuerdo la vez que enviaste la mesa a volar 
porque tu emoción te pudo controlar más.
Pero ahora te consulto sangre de mi sangre:
¿Por qué no gritabas así de exultante cuando tenía diez de calificación?
¿Por qué nunca me dijiste campeón cuando daba todo por llamar tu atención?
Lo sé papá ya el partido esta casi por comenzar,
pero te quiero reclamar.
¿Por qué nunca tuviste tiempo para escuchar mis frustraciones?
¡Nunca!
Jamás me miraste como a tus juegos de pelota
y como deseaba llegar algún día a escuchar: 
"¡Eres mi felicidad!"
Sin embargo, siempre fue más importante tu televisión.
Cuando leas esta carta, espero que al menos dejes tu afición
ya que será la última.
Te recuerdas de aquel problema del cuál te hablé...
Espere meses por una respuesta, pero jamás te escuché.
Ya no aguanto más y me duele tanto 
que ni mi propia sangre sepa escuchar el dolor que tanto ando.
Hoy te digo adiós desde lo más alto. 
Nunca creí que la vista fuera tan hermosa desde aquí,
y aunque no son las torres gemelas, 
¡que brisa la que recorre mi cara!
¡Gol papá, gol!
Te escribo gol para que me escuches...
¡Goooooooool!
Alejandro Ayalá

No hay comentarios:

Publicar un comentario

8 consejos para ser escritor y vivir de escribir

 Ser escritor y vivir de escribir es un sueño para muchos. Todos los que amamos la escritura aspiramos a pagar nuestras facturas con nuestr...